Consejos para Acampadas

PARA HACER LA MOCHILA

La mochila es donde cargamos todo lo que llevaremos al campamento. Una mochila de 40 L es suficiente para una acampada de 2 días, pero si vas a pasar más días fuera de casa, puedes usar una de hasta 70 L (depende también claro de la cantidad de ropa y cosas que pretendas llevar, aparte de tu tamaño).

El tamaño de la mochila y el de la persona que lo vaya a usar deben ir en armonía. Un lobato, por ejemplo, no debería cargar con una mochila muy grande, porque el peso y el tamaño pueden hacer que sea incómodo llevarlo, sobretodo en una marcha. Sí es cierto que necesitamos espacio para guardar las cosas, pero tampoco debemos pasarnos. Cada persona es distinta. Si vas a comprar tu primera mochila, ve a una tienda y pruébate los que encuentres hasta que te sientas cómodo con uno, siempre contando con que tenga los compartimentos y volumen suficientes.

Lo más importante a la hora de hacer la mochila es que la HAGAMOS NOSOTROS MISMOS, papá y mamá sólo pueden ayudarnos un poquito, si colocamos nuestras cosas dentro sabremos donde encontrarlas en el momento que lo necesitemos.

INDICACIONES PARA HACERLA:

  • Llevar estrictamente lo necesario, teniendo en cuenta la duración de la acampada.
  • Llenarla siempre de la misma manera y mantenerla ordenada.
  • Las cosas pesadas se colocan cerca de la espalda.
  • En la parte superior lo necesario durante el viaje y a la llegada.
  • Todo debe ir en bolsas etiquetadas o de diferentes colores.
  • Llevar una bolsa grande o de basura para la ropa que se vaya ensuciando.
  • Evitar objetos frágiles.
  • El peso total no debe ser superior al 20% de su peso.
  • Nunca se lleva nada fuera de la mochila.
  • Llevar siempre la ropa y demás objetos marcados.
  • Para el saco es mejor tener una funda compresora.

 

 

 

¿CÓMO REGULAR LA MOCHILA?

  •      Una vez que tenemos cargada la mochila a la espalda, la cruz formada por el inicio de las hombreras debe estar a la altura de los omoplatos.
  •      Ajustar el cinturón haciéndole corresponder la parte superior de la pelvis, tensándolo hasta que notemos contacto a lo largo de la cintura.
  •       Tensar los ajustes laterales del cinturón hasta que no exista balanceo de la carga.
  •      Tensar las hombreras hasta notar que existe contacto en toda la zona del pecho, hombros y, preferiblemente, en el inicio de la espalda.
  •      Regular las correas cenitales de las hombreras hasta notar contacto con el pecho y hombros, teniendo precaución  de que no nos moleste en el giro de la cabeza. Para asegurar la inmovilización de la carga resulta muy útil la cinta de pecho.

 

 

 

EL SACO DE DORMIR, NUESTRO GRAN COMPAÑERO DE AVENTURAS

 

El saco de dormir es uno de los elementos, junto con la mochila, que debemos elegir pensando que nos acompañarán por muchos años si somos cuidadosos con ellos, lo cuál nos conviene ya que suele ser la inversión más importante de todo el material de acampada, pero estoy seguro que no escatimarás en la inversión si has pasado alguna noche temblando de frío y sin poder dormir en mitad de la montaña.  Para elegir un saco de dormir tenemos que tener en cuenta dos aspectos, el peso/tamaño y la temperatura.

El peso del saco de dormir debe ser una de las cosas que mas miremos a la hora de su compra, ya que habréis notado en las indicaciones de la mochila que debe ir todo dentro de ella, esto implica que el saco quepa dentro de su compartimento correspondiente, ya que cuando realizamos nuestras rutas en los campamentos e inclusive durante el año para prepararnos fisicamente para la ruta grande de verano, cada gramo que vaya en la mochila cuenta, no es lo mismo ir con un saco que pese 2,5 kg que ir con uno que pese 900 gramos podéis hacer la diferencia y coger ese peso en patatas por ejemplo, para hacer su comprobación empírica. Debemos tener un material adecuado para que la actividad no sea un sufrimiento y no nos hace mejores, ni más duros ir con un saco más grande. 

En el caso de los Lobatos tener en cuenta el tamaño ya que al ocupar menos volumen, debido a su estatura, tienen que calentar más aire, porque el saco no genera calor, SOLO LO RETIENE, a esto se ha de añadir que el rango de temperaturas del saco esta certificado con la primera capa térmica puesta.

Llega el turno de la temperatura debemos tener en cuenta que vendrán varias nomenclaturas en el saco indicándola, vamos a explicaros cada una de ellas:

– Confort esta es la temperatura que tenemos que mirar, la única que nos importaNos indica que hasta esa temperatura estaremos pasando una noche confortable y en una posición relajada

– Límite esta temperatura NO NOS IMPORTA, aún así nos indicaría la temperatura a la que un hombre estándar puede dormir 8 horas en posición encogida. 

– Extrema TAMPOCO NOS IMPORTA, para que veáis lo poco que nos importa indica la temperatura mínima a la que una mujer estándar puede permanecer 6 horas sin riesgo de fallecimiento por hipotermia, aunque es posible que sufra congelaciones.

CONCLUSIONES AL RESPECTO

Debemos elegir un saco que ronde el kilogramo de peso junto con una temperatura de confort que se acerque lo máximo posible a los 0º de TEMPERATURA DE CONFORT para ello sin entrar en muchos tecnicismos, nos llevará a elegir un saco de plumas frente al sintético debido a la gran capacidad calorífica de la pluma y su capacidad de compresión.

Si tienes la suerte de medir menos de 1,55 puede servirte el saco de niño de Decathlon, si mides más deberás irte al modelo de Adulto, os dejamos los dos botones por aquí

En este video de ABS AVENTURA os detallan muchos de estos aspectos comentados y desmitifica lo de «si te metes sin ropa en el saco se pasa menos frío»

 

 

LA ESTERILLA

 

Cuando vayas a dormir en tienda de campaña, en el Campamento de Verano principalmente, o de marcha, es necesaria una esterilla/aislante. Hay de muchos tipos y materiales, y no necesariamente es más recomendable una que otra, pero si ten en cuenta dos cosas:

  • Que sea fácil para enrollar y poner en la mochila (por tanto, que el scout sea capaz de hacerlo por sí mismo)
  • Que no pese y/o abulte mucho
  • Quedarían descartadas las esterillas o colchonetas inflables, que son proclives a pincharse y perder su utilidad.